viernes, 26 de marzo de 2010

La Memoria no muere nunca!

He aqui, mis queridas/os chichipias/os que en nuestro bien amado lugarcito en la Pacha Mama (que no ninguna Patria... porque no Matria?) que el miercoles 24 de marzo se conmemoró el día nacional por la memoria con marchas populares multitudinarias, el pueblo ganó una vez mas las calles, en defensa de lo que cree que se debe, o merece ser defendido.
Fue un día de alegría y reencuentros, con los vivos y con nuestros muertos, muchisimas familias fueron a manifestar con sus viejos y niños. Este es un país que recuerda y festeja, no siempre, pero a veces se nos da por el buen lado y somos mas felices.
Un día feliz donde "el pueblo" salió a por lo que considera suyo, a decir sus verdades multitudinarias y necesariamente parciales.

En lo personal he perdonado a los genocidas, si bien creo que deben ser juzgados socialmente porque siguen siendo uno de nuestros lados mas oscuros (como sociedad), el Gobierno actual ha motorizado los juicios derogando leyes del perdon e indultos, y eso me parece bien, pero al mismo tiempo ignora realidades de aquellos que fuimos perseguidos y debimos partir al exilio interno o externo para salvar nuestras pobres vidas, es mas a niveles legales boicotea nuestras acciones judiciales... el doble discurso eterno de los políticos convencionales, aunque se autotitulen "progresistas"... (tal vez esa sea su real esencia?)

Finalmente les regalo la carta del "sub Marcos", del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional que escribiera en ocasion del 24/3/10, no por lo que él sea personalmente, sino porque nos trasmite una manera de "ver las cosas" propia de los PPOO de nuestro continente, seguramente Evo Morales o Rigoberta Menchu y sus comunidades hubieran podido escribir algo parecido, pues son sus "cosmovisiones" integradoras las que ellos manifiestan.

Paz, luz, esperanza, armonía y amor! Y memoria!

I n laake ch

mandrake

ps: estoy en facebook como "Pedro Mandrake"


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24 de Marzo del 2001

A los niños, niñas, ancianos, ancianas, jóvenes, jóvenas, hombres, mujeres de la Argentina. América Latina, Planeta Tierra.

Hermanos y hermanas:

Aquí México Zapatista. Allá la digna Argentina. Les habla el Subcomandante Marcos, a nombre de todos los hombres, mujeres, niños y ancianos del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Queremos aprovechar que los hermanos y hermanas de Argentina nos dan la oportunidad de decir nuestra palabra en este acto que sirve para darle a la verdad y a la memoria el lugar que merecen.

Porque hay y ha habido quien creyó y cree que, asesinando personas, asesina también los pensamientos y los sueños que en veces son palabras y en veces son silencios.

Quien así cree en realidad teme. Y su temor adquiere el rostro del autoritarismo y la arbitrariedad.
Y en la resaca de la sangre busca la máscara de la impunidad y el olvido.

No para que todo quede atrás, sino para asegurarse de que podrá de nuevo hacer actuar su temor sobre los que le son diferentes.

Nuestros más antiguos nos enseñaron que la celebración de la memoria es también una celebración del mañana.

Ellos nos dijeron que la memoria no es un voltear la cara y el corazón al pasado, no es un recuerdo estéril que habla risas o lágrimas.

La memoria, nos dijeron, es una de las siete guías que el corazón humano tiene para andar sus pasos.
Las otras seis son la verdad, la vergüenza, la consecuencia, la honestidad, el respeto a uno mismo y al otro, y el amor.

Por eso, dicen, la memoria apunta siempre al mañana y esa paradoja es la que permite que en ese mañana no se repitan las pesadillas, y que las alegrías, que también las hay en el inventario de la memoria colectiva, sean nuevas.

La memoria es sobre todo, dicen nuestros más primeros, una poderosa vacuna contra la muerte y alimento indispensable para la vida.

Por eso, quien cuida y guarda la memoria, guarda y cuida la vida; y quien no tiene memoria está muerto.

Quienes arriba fueron poder nos heredaron un montón de pedazos rotos: muertes aquí y allá, impunidades y cinismos, ausencias, rostros e historias emborronadas, desesperanzas. Y ese montón de escombros es el que nos ofrecen como tarjeta de identidad, de modo que decir "soy" y "somos" sea una vergüenza.

Pero hubo quienes fueron y son abajo. Ellos y ellas nos heredaron no un mundo nuevo, completo y acabado, pero sí algunas claves y pistas para unir esos fragmentos dispersos y, al armar el rompecabezas del ayer, abrirle una rendija al muro, dibujar una ventana y construir una puerta.

Porque es bien sabido que las puertas fueron antes ventanas, y antes fueron rendijas, y antes fueron y son memoria. Tal vez por eso temen los de arriba, porque quien tiene memoria en realidad tiene en su futuro una puerta.

Somos muchos y muchas los que al buscar la memoria estamos buscando partes de nuestro rostro. Quien nos pide que olvidemos, nos pide que sigamos incompletos, usando las prótesis que el Poder oferta.

Este día, en Argentina, en México y en otras partes del mundo, hay muchos y muchas guardianes de la memoria reuniéndose para una ceremonia tan antigua como la palabra: la del conjuro del olvido y la desmemoria, la de la historia.

Hoy, quienes tienen a la Argentina como patria, nos enseñan que quien camina la memoria, en realidad camina la vida. Y queremos que todos y todas ustedes sepan que escuchamos sus pasos y que, al escucharlos, recordamos que el principal atributo del ser humano sigue siendo la dignidad.

Digna Argentina: los zapatistas de México te saludan.

Vale. Salud y que nunca más la estupidez se permita democratizar el miedo y la muerte

Subcomandante Insurgente Marcos

México, Marzo del 2001

P.D.- No se acaben el churrasco, porque siempre me dejan la pura salsa chimichurri. Con el mate pueden proceder a discreción, pero no se acaben las empanadas. Nos vemos luego en la calle de Corrientes para echarnos una cascarita de fútbol y tararear un tango, porque la memoria también se guarda con el juego, la música y el baile.

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