domingo, 24 de enero de 2010

Crónica de una VERDAD ya anunciada... o los negocios de la industria farmacéutica mundial

En plena campaña mediática de la ya casi olvidada gripe porcina, en este humilde blog publicamos algunos post sobre la impostura, bien sazonada de engaños, manipulaciones y burdas mentiras, de las posturas de la Organizacion Mundial de la Salud - OMS sobre esta supuesta pandemia.

Un buen diario argentino (aunque ya no es lo que fuera), Pagina 12, publica en su edicion del 17/01/2010 esta contratapa de Juan Gelman, que ya pasados unos cuantos meses de la "pandemia" hecha un poco de luz sobre el montaje y manipulacion sobre la Gripe A.

Cuando hablo de que el sistema NO RESPETA LA VIDA, hablo exactamente de éste tipo de situaciones.
La irresponsabilidad de los organismos internacionales, la voracidad de las grandes industrias farmacéuticas, la carencia absoluta de ética en los negocios (nunca la tuvieron!) y la complicidad de los estados nacionales, terminan de pintar el panorama de una civilizacion occidental (recordar la "cosmovision occidental") en absoluta decadencia, corrupta hasta extremos dificiles de creer, y que no puede manejar "la realidad" y por eso crea una afin a su vision y a sus paradigmas obscenos, atentando así contra la armonía de la Madre Tierra y de las especies que la habitamos.

Tal vez tengamos , para separarnos de ellos, pensar en una nueva categoria de seres humanos: Homo rapazus capitalistum occidentalum!

Paz, lus, armonía y amor

I n laake ch

mandrake


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Pagina 12, edicion 17/01/2010, contratapa


El Dr. Gripe

Por Juan Gelman

Es el apodo del profesor Albert Osterhaus, celebradísimo y respetadísimo especialista en virología que cuenta entre sus logros científicos la detección –entre otros– del virus de la gripe aviar y últimamente el de la gripe H1N1 o gripe A. Ha alertado infatigablemente acerca de los peligros de la última y su equipo hasta preparó a esos efectos un videojuego en el que se recuerda la pavorosa “gripe española” que segó la vida de 40 millones de personas en 1918. Consejero eminente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), habría contribuido a que el organismo de las Naciones Unidas estableciera que el virus H1N1 había desatado una pandemia con la consiguiente ola de temor que recorrió el planeta. El prestigio del Dr. Gripe padece hoy una declinación abrupta: se lo investigó por corrupción.

La cámara baja neerlandesa, sospechando un grueso conflicto de intereses y/o una posible malversación, creó un comité parlamentario para indagar un hecho inquietante: alimentadas por empresas farmacéuticas, las cuentas bancarias del profesor Osterhaus habrían engordado a la vez que la OMS incrementaba la cota de peligro del virus H1N1 hasta instalarlo en el nivel 6 de “urgencia pandémica” (www.theflucase.com, 3-12-2009). El semanario científico británico Science señaló sobre el tema: “En los últimos seis meses, rara vez se encendía un televisor en los Países Bajos sin ver al afamado cazador de virus Albert Osterhaus hablando de la pandemia de gripe A. O así lo parecía. Osterhaus dirige un laboratorio de virología renombrado internacionalmente en el Centro Médico Erasmus (sito en Rotterdam). Pero la semana pasada su reputación cayó en picada cuando se adujo que estaba azuzando el temor a una pandemia para promover sus propios intereses comerciales en el desarrollo de vacunas” (www.sciencemag.org, 16-10-09). Según The Market Oracle, informativo diario online sobre cuestiones financieras, el Dr. Gripe “es el nexo de una red internacional que se conoce como ‘la Mafia farmacéutica’” (www.marketora cle.co.uk, 8-12-09).

El cuerpo parlamentario de los Países Bajos rechazó finalmente la moción de romper todo vínculo con el virólogo, aunque anunció una ley que obligará a los científicos neerlandeses a revelar sus vínculos financieros con empresas privadas. Pero una investigación del reconocido periodista, historiador y analista de cuestiones económicas F. William Engdahl llega a la conclusión de que el Dr. Gripe “pudiera ser el eje de una estafa de varios miles de millones de dólares montada alrededor del peligro de una pandemia. Se trataría de un fraudulento sistema por el que vacunas no sometidas a los necesarios procesos de ensayo estarían siendo utilizadas en seres humanos, lo cual conlleva el riesgo –que ya se ha observado– de provocar serias secuelas, como parálisis graves e incluso la muerte” (www.voltaire net.org). Casi nada.

Engdahl señala que el Dr. Gripe preside el Grupo Europeo de Trabajo Científico sobre la Gripe (ESWI, por sus siglas en inglés) que asesora a la OMS y que “está enteramente financiado por los mismos laboratorios farmacéuticos que ganan miles de millones gracias a la urgencia pandémica, mientras que los anuncios que hizo la OMS obligan a los gobiernos del mundo entero a comprar y almacenar vacunas. El ESWI recibe financiamientos procedentes de los fabricantes y distribuidores de vacunas contra el H1N1, como Baxter Vaccins, Mediummune, GlaxoSmithKline, Sanofi Pasteur y otros, entre los que se encuentran Novartis, que produce la vacuna, y el distribuidor de Tamiflu, Hoffman-La Roche”. Los grandes, pues. El ESWI insistía en que la gripe A podía convertirse en una pandemia tan feroz como la causada por la gripe española y Engdahl recoge una estimación del banco JP Morgan: gracias a la alerta de pandemia declarada por la OMS, los grandes industriales farmacéuticos podían acumular entre 7500 millones y 10.000 millones de dólares de ganancias.

¿Y el papel de la OMS en todo esto? El número de muertos que el virus H1N1 produjo no alcanza el nivel de una pandemia y Engdahl cita las declaraciones que el epistemólogo Tom Jefferson formuló en una entrevista concedida a Der Spiegel (21-7-09). La OMS dio a conocer en abril del 2009 una nueva definición de “pandemia” de la que habían desaparecido conceptos anteriores: “La vieja definición –indicó Jefferson– remitía a un virus nuevo, de rápida propagación para el que no existe inmunidad y que provoca una alta tasa de enfermos y de muertes. Hoy estos dos últimos parámetros sobre las tasas de infección han sido suprimidos y fue así cómo la gripe A entró en la categoría de las pandemias”.

Engdahl propone una explicación del oportuno corte: en virtud de las alianzas entre sectores públicos y privados que la OMS ha alentado en la última década, el organismo recibe de las empresas privadas, además de los fondos proporcionados por los gobiernos de los países miembros de la ONU, “cerca del doble del presupuesto que habitualmente le destina la ONU, en forma de becas y de ayudas financieras. Esos fondos proceden de los mismos fabricantes de vacunas que se benefician con decisiones oficiales como la adoptada en junio de 2009 sobre la urgencia endémica del virus H1N1”. Si así fuere, la OMS habría ayudado al Dr. Gripe a mantener en vilo al mundo entero para las ganancias multimillonarias de unos pocos.



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