lunes, 13 de octubre de 2008

Contando UNA historia (Anunnakis 6)

EL GRAN DILUVIO
Los anunnakis que no partieron ni se instalaron en las montañas mas altas, permanecieron reunidos en Sippar esperando el dia señalado.

Enki mientras dormia en su residencia tuvo una visión/sueño: se le apareció un hombre, brillante y resplandeciente como los cielos.
Se le acerco y Enki vió que era Galzu, el de los cabellos blancos, así dijo:
- “La decisión de Enlil fue correcta y justa, no la decretó él sino el Destino. Ahora toma el Hado en tus manos para que los Terrestres hereden la Tierra, llama a tu hijo terrestre Ziusudra, revelale la inminente calamidad sin romper el juramento.
- Dile que construya una embarcación que pueda soportar la avalancha de agua, una embarcación sumergible, igual a la que te muestro en esta tablilla de lapislázuli azul, que se salven él y su familia en ella, y que lleve tambien la simiente de todo lo que sea valioso, sea planta o animal.
- Esa es la voluntad del Creador de Todo!”

Enorme fue la sorpresa de Enki al despertar de su vision preguntándose el significado, cuando vio la tablilla con los dibujos a los pies de su cama.
En la tablilla estaba todo, instrucciones, medidas, materiales y especificaciones técnicas.

Enki envió a por Galzu, le dijeron que no había ningun Galzu, que había partido hacía tiempo.

Enki espero la noche y fue a la cabaña de Ziusudra, desde fuera, detrás de la pared de juncos consiguió despertarlo pronunciando su nombre.
Luego, sin violar su juramento dijo:
-Cabaña de juncos, presta atención a mis palabras: una terrible tormenta caera sobre todas las moradias y todas las ciudades, será la destrucción de la Humanidad y su descendencia
Abandona tu casa, construye la embarcación que aparece en esta tablilla azul, deja tus posesiones.
Construye la embarcación en 7 días, reúne en ella a tu familia y a tus parientes, acumula comida y agua, lleva tambien tus animales domésticos, en el día señalado te daré una señal y te mandaré un guia que conoce las aguas para llevarte a lugar seguro!

Ziusudra cayó postrado y fue instruido en decir que iria hacia el Abzu en su embarcación para alejarse del señor Enlil, quien estaba enfadado con su padre Enki.

Al quinto día la embarcación, exacta, igual a la de la tablilla estaba terminada.
Las gentes de la ciudad llevaron presurosos comida, animales y agua para que partiera rápido para deshacerse de quien incomodaba al supremo dios Enlil!

Ziusudra hizo entrar a animales cuadrúpedos y muchos pajaros entraron por si solos, luego embarcaron su esposa, hijos, los hijos y esposas de ellos.
Convocó a la gente y los llamó a acompañarlo, pero solo muy pocos de los artesanos que habian colaborado en la construcción se le unieron.

Al sexto día llegó en secreto Ningal, Señor de las Grandes Aguas.
Traía una caja de madero de cedro donde estaban las escencias vitales y los huevos de vida de ciaturas vivas, reunidas por los señores Enki y Ninmah, para ocultarlos de la ira de Enlil, para resucitar toda la vida si es voluntad de la Tierra!

En el centésimo vigésimo shar (432000 años) se esperaba el Gran Diluvio.

Durante dias la Tierra estuvo retumbando y gimiendo de dolor, Nibiru aparecia en los cielos como una estrella enorme, resplandeciente y rojiza.

Una mañana el dia se volvió noche, los cielos se cubrieron de nubes negras, truenos y relámpagos del sur espantaron a todos, la tierra comenzo a temblar y los montañas a escupir fuego.

Es la señal! Dijeron los anunnaki, que subieron a sus carros celestes y partieron a los Cielos.

Ningal y Ziusudra al ver esto entraron a la nave y atrancaron la portezuela y la trampilla que la ocultaba.

Dentro de la embarcación en silencio, absolutamente hermética y sin una gota de luz, esperaron las aguas.
En la Blancatierra con un estrépito atroz, las capas de hielos chocaron entre si como cascaras de huevo, y cayeron al mar.
Se levantó una ola inmensa, una muralla de aguas que llegaba a los mismos cielos avanzó hacia el norte, acompañada por vientos terribles, nunca vistos!

La inmensa ola barrió el planeta en menos de un dia, la tierra firme dejó de existir, no habia donde ir, la humanidad sucumbió.

Desde sus naves en orbita los anunnakis observaban anonadados los eventos.
Ninmah lloraba cual mujer en duelo, la muerte de su creación!
Enki lloraba amargas lágrimas de dudas sobre su proceder y su manera de actuar.
Enlil, veía así cumplida su razón de que la abominable creación de los anunnaki, terminaba sus dias y la Tierra recobraba su pureza original.

Luego de la gran ola, se abrieron las compuertas del cielo y durante siete dias se mezclaron las aguas de arriba con las de abajo y la Gran Ola cesó en sus embestidas.
La lluvia continuó durante cuarenta dias y noches mas.
Luego todo cesó.

Por primera vez en 50 dias salió el sol y una suave brisa barrió las aguas.
Ziusudra y Ningal abrieron las compuertas: la embarcación navegaba solitaria en un océano de agua.
La humanidad, todo lo que vivía ha perecido, ha sido barrido de la faz de la Tierra! Exclamaron.

Ningal guiose y enfiló la embarcación hacia los montes gemelos Arrata.
Se liberaron las aves, que volvieron a la nave.
Hasta que una paloma volvíó con una ramita de arbol!
Finalmente la nave se detuvo en unas rocas.

Ziusudra reunió a los navegantes para alabar a su señor Enki: a él debemos La Vida!
Decidió sacrificar una oveja sin manchas asándola luego en el fuego perfumado de inciensos.

Enlil invito a su hermano Enki a descender en sus naves Torbellino a ver lo que había quedado.
Mientras los demas circundaban la Tierra en sus barcos celestiales ellos se encontraron en Arrata y se estrecharon en un fuerte abrazo.

Pero Enlil olio en el aire el perfume de la carne de cordero asada.
Grito: es posible que haya sobrevivido alguien?
Fueron hasta el otro pico de Arrata, vieron la embarcación de Ziusudra y al ver Enlil a Ningal entre los sobrevivientes su furia no tuvo limites

Todo terrestre tenia que perecer! Gritó con furia y se abalanzó sobre Enki iracundo dispuesto a matarlo con sus manos.

El no es un simple mortal, es mi hijo! gritó Enki señalando a Ziusudra
Rompiste tu juramente! Grito Enlil a Enki.
Enki relató la visión/sueño y como habia hablado a una pared de juncos.

Ninmah y Ninurta habian sido advertidos por Ningal y descendieron en sus Torbellinos. Se les veía la cara de felicidad al escuchar el relato.

Ninurta dijo a su padre Enlil: - Debe ser la voluntad del Creador de Todo que sobreviva la Humanidad!

Ninmah tocó su collar de cristales, regalo de Anu: - juro que nunca se repetirá la destrucción de la Humanidad!

Ablandándose, Enlil tomó de las manos a Ziusudra y a Emzara su mujer, y los bendijo asi:
Fructificad y multiplicaos, y poblad la Tierra!
Así terminaron los Tiempos de Antaño.



Mandrake 952

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