miércoles, 14 de enero de 2009

La Saga de Ramtha final

Conquístate a ti Mismo
Para obtener aquello que se llama sabiduría interior tienes que volverte humilde y mirar quien eres –no lo que dice el espejo, sino quien eres tú- y ver lo que está dentro de ti, el sublime Dios individual encarnado en este plano de realidad.
Y tienes que dejar de tener prisionero al Yo. Todos vosotros lo hacéis, con excepción de una entidad en éste salón, una entidad.
Sabes lo que es una prisión?
Puedo manifestarte un calabozo o dos para que puedas entender lo que la verdad siente cuando esta tras las rejas, y las ratas comen a tus pies, y los piojos se muevan en tu cabeza, y los gusanos salen del hedor de tu excremento.
Eres prisionero de ti mismo, así como yo lo fui.
Porque aunque deseo dominar, de donde yo procedo, estaba ahí. Yo no entendía la carne, el pensamiento coagulado y sus necesidades, deseos, ni su conciencia en un plano de existencia mas bajo.
Yo no sabía que supondría eso. De modo que terminé en medio de un gran conflicto y en una época grandiosa y terrible en vuestro tiempo, todo pasado, en el cual las cosas tenían que enderezarse en conciencia y dentro del Yo,
Sabes como encarcelas tu verdad? No sabes quien eres tú. Yo fui un lemur hediondo, desalmado.
Sabes quien eres tú? Conoces la virtud que esta dentro de ti? Sabes que viniste a hacer aquí?
Todas las culpas de tu vida las colocas sobre los hombros de otros, todos los habéis hecho. Todos los demás son responsables de tu infelicidad. Eso es un gran disparate, pero también es un gran aprendizaje.
Cuando sepas quien eres –en mi vida necesité 63 años para aprenderlo- te mirarás a ti mismo y sabrás, rápidamente, quien ha creado todos los destinos que has vivido por elección propia.
Y toda la infelicidad es cuestión de elección propia, así como la felicidad. Pero lo elegiste tu, y nadie mas!
Cuando tengas humildad para mirarte a ti mismo, de sentirte, y de preguntarte por que y luego decir: “Se por que” , y puedas razonar con el Yo, entonces le habrás quitado las barras a la prisión de la verdad, que es el pájaro que se eleva en un cielo llamado felicidad, virtud, unidad y paz.
Durante la última parte de mis 63 años de iluminación, yo dormí bien.
Dormí bien porque era un hombre pacífico. Había llegado a un acuerdo con todas las cosas, había hecho la paz con todas las cosas y aprendí a amar, respetar y admirar a mis mejores adversarios, porque yo constituía su amenaza. Aprendí a amarlos porque aprendí a amar la elegancia llamada Ramtha, en verdad.

Tu vida es vida, tras vida, tras vida.
En una vida se pueden vivir un millón de años. Sabes porque te toma tanto, tantas vidas?
Por tu incapacidad para mirar quién eres,
Juzgas a otro, y un día, decidirás vivir el juicio que has expresado, será por tu propio bien, para que comprendas mejor a otros a través del medio llamado el Yo.
Pero en su mayor parte, has aprendido solo una cosa en cada una de tus vidas.
Has sido muy lento para acelerar la sabiduría interior, porque te has negado a mirar quién lo ha creado; te has negado.
Bueno, puedo decir entidad, que has sido toda entidad concebible que haya sido creado por los genes del hombre y la mujer. Has sido todos los colores, desde lo peor, como un lemur, hasta lo mas arrogante, como un atlante.
Has sido todo eso, todo!
Pero: porque no acelerar en una vida lo que puede proclamarse en un momento, y revelar el Yo en la compasión del alma, mirando quien eres?

Y yo empecé a comprender quién era Ramtha. Y decididamente amaba lo que era, y me sentí muy complacido con la entidad, así que llegué a ser yo.
Porque?
Porque estaba en paz con el Dios Desconocido, al que había encontrado a través de mi mismo, y la manera maravillosa, única y poderosa de crear mi destino y conducir a mi pueblo a un entendimiento mayor.
Y cuando me perdoné a mi mismo, y comprendí porque, lo que había hecho antes ya no importó, pues ya no me atormentaba, ya no dolía, ya no me impulsaba a conquistar.

Te he enseñado muy bien. Pero te digo –y la mayoría de vosotros aun no sabéis lo que estoy diciendo- que todo lo que has sido, lo has sido con el fin de obtener entendimiento, amor.
Cuando el hombre creó el bien y el mal, la verdad sentenciosa, también creó el temor y la culpa y la incapacidad de progresar en la vida espiritual.
Cuando digo espiritual, hablo de toda la vida, no simplemente de algo maravilloso de lo cual hablar en términos filosóficos, o en ciertos días de tu semana, sino de todos los días..
Entonces te vuelves inhibido y te ahogas en tu propio pesar, te pierdes en tu propio menosprecio y te rechaza tu propio Yo.
Te digo que todo lo que has hecho en todas tus vidas esta bien.
Dios, el Padre, que es la resonancia de ésta maravillosa estructura molecular, no te ha juzgado; no conoce el juicio, pues no conoce la perfección, que es una limitación total.
El simplemente es!
Es el estado de ser que ama, que es todo por di mismo.
Y ese ser es el poder que abarca a todos vosotros que estáis aquí, a todas las gentes en todas partes.

Dios nunca te juzgó, nunca clamó para que fueras un santo o un demonio. Eso lo hiciste tu mismo, de nuevo por no saber quien eras. Si el Padre, en todo lo que él es, ha encontrado mucha bondad en tu maravilloso ser, y has obtenido y todavía tienes vida en este momento que sigue para vivir, para que rebose el Yo divino, te aseguro, amada entidad, cuando yo te diga que eres Dios, vívelo para que puedas perdonar, y ver y comprender por que has sido como has sido, en verdad.

De modo que el Dios Desconocido era todas las cosas: el crepúsculo, el pájaro nocturno y su susurro en el arbusto, el ave salvaje en su vuelo matinal de temporada, la risa de los niños y la magia de los amantes, el color rubí del vino y la dulzura de la miel. Es todas las cosas; todas las cosas que son perpetuas.
Yo conocí al Dios Desconocido en todos estos entendimientos. No hubo maestro que me enseñara esto.
El Ram, el maestro, el conquistador, estaba dentro de mi para comprender; fue la necesidad de comprender.
De modo que me dejaron con mi herida profunda para que me curara, me sentara, reflexionara y pensara.
Lo único que tenía era a mi mismo, solo, sentado sobre una gran roca, no en una silla maravillosa como ésta. En medio de eso, razoné sobre el perdón antes de que existiera tal palabra. Y razoné sobre el Yo antes de que hubiera tal identidad. Y razoné sobre Dios y el Yo como uno, para resolver el misterio.

Lo que hice en mi vida te lo he enseñado elocuentemente, y lo he manifestado valientemente en tu vida para que tuvieras las oportunidad de mostrar el mismo deseo de ser humilde para ver quién eres.
Y para todos aquellos de vosotros que todavía cierran los ojos, yo no puedo enseñarle a la única imposibilidad que pueda existir: una mente cerrada.
Ellos ni oyen ni perciben, porque ponen en peligro su verdad encerrada que les proporciona seguridad.
Tú, como te conoces a ti mismo?
Como la paloma que está en prisión.
Perdónate a ti mismo. El Padre siempre ha perdonado, ha comprendido.
Contempla quien eres; contémplalo!
Contempla tu ira: porque estás furioso?
Contempla tus celos: porque eres celoso?
Contempla tu envidia: porque eres envidioso?
Contempla tus inseguridades y entiende el porque?
Contempla tus juicios: por que juzgas?
Contempla tu crueldad: por que no eres compasivo?
Y contempla tu risa: donde está?

Reflexiona sobre todo esto que te he contado. No tienes la paciencia para aguantar 63 años, puesto que eres muy veloz.
La impaciencia es desdeñosa. Ahora la necesitas totalmente.
Pero mi vida, esa fue mi vida. Y eso me hizo ser quien soy para ti ahora, y ha conservado la personalidad del Yo llamado Ramtha el Grande, el Ram, para que el conocimiento infinito de Dios pudiera salir des este recipiente establecido y enseñarte en términos familiares para ti.

Si quieres ser como yo soy, piensa como yo pienso.
Y hazlo aplicable a todas tus costumbres y ceremonias, no importa cuales sean, pero hazlo!
Que así sea!

Mandrake 952

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero ni loco quiero ser como vos ! Con todo ese trabajo que pasaste y todavia 63 años. Ahora, si vos pasaste 63 años, no veo por que queres ayudar a los demas a que cambien antes de que les llegue sus 63. Creo que eso no aprendiste. Lo ùnico permanente es el cambio, ya lo dijo Einstein . . "nada se crea, nada se destruye, todo se transforma"; asi que todos vamos a cambiar, aunque mas no sea en polvo, nos vamos a convertir, y eso es cambio.
Mi nombre es jorge, mi correo Jorces6141@yahoo.com.ar y soy de Melo, un pueblo del interior de Uruguay, y me identifico con la letra y musica de Ivan Lins "daquilo que eu sei"

Pako Franko dijo...

He aprendido mucho de este ser llamado Ramtha, puedo decirte muchas cosas de ÉL pero no terminaría, sin embargo es genial saber que hay gente como tu que tiene un mundo de posibilidades.

Anónimo dijo...

Da gusto que sea tu momento de ver y no necesites llegar al ocaso de tu vida ,espero aceptar el regalo que nos a sido dado y llenarme del amor que es la vida